Atenas es hoy una ciudad contradictoria: moderna y antigua, en la que los comercios de lujo conviven con la pobreza y marginalidad desatada a raíz del estallido de la crisis económica que comenzó en 2009. La zona de Síntagma, más moderna, se opone a la de Omonia, donde el carácter oriental del país está presente en cada esquina, especialmente en la zona del Mercado Central. ¿Es un buen destino viajar a Atenas con bebés o niños pequeños?

7 errores que cometimos en nuestro viaje a Atenas con bebés…

• La zona donde nos alojamos en Atenas

Cometimos el error de alojarnos fuera de estos barrios, cerca de la Plaza de Omonia, en los apartamentos Athens Mosaico Suites & Apartments.

A pesar de que estos apartamentos eran muy completos y cómodos para familias. Nosotros nos sentimos como en casa, e incluso teníamos lavadora y lavavajillas, nos limpiaban y cambiaban las toallas todos los días

¿Sabes qué teníamos una piscina «infinity pool» en la terraza con vistas a la ciudad e incluso se podía ver la Acrópolis y el mar a lo lejos. Al ser enero no pudimos usarla, pero si pudimos admirar las vistas desde la terraza.

Y todo esto a un mejor precio que los alojamientos de los barrios turísticos, pero con el fallo de ser un barrio difícil de transitar, siendo necesario siempre coger el metro. Pero hay que decir a favor, que la parada de metro se encontraba muy cerca de nuestro alojamiento.

¿Dónde alojarte en Atenas con bebés o niños?

Recomendamos reservar el alojamiento en el barrio de Plaka o Monastiraki. En estos barrios es donde disfrutarás de lo antiguo y lo moderno de Atenas, podrás recorrer las principales atracciones de la ciudad a pie y no te faltarán bares y restaurantes para disfrutar de la gastronomía griega.

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• Llegar a nuestro alojamiento en tren de cercanías (proastiakós)

Al ver que cerca de nuestro alojamiento estaba la estación de tren principal cogimos el proastiakós en vez del metro que es el que cogen la mayoría de los turistas (el precio es el mismo, 10€). Nos sorprendió la cantidad de gente pidiéndonos dinero, incluso una niña de 8 años; y no piden y se van, sino que se quedan plantados frente a ti un par de minutos con cara de pena.

Estuvimos todo el trayecto sin saber muy bien el destino del tren, ya que la señal del gps se perdía. Pero finalmente paró donde queríamos y andamos 10 minutos hasta el alojamiento, minutos que se hicieron largos, ya que arrastrar la maleta y los carritos por las aceras de Atenas es complicado. Aquí ya cometimos un error, no coger el metro en la estación hasta la siguiente parada que era la más cercana a nuestro alojamiento…

• No coger el metro y aventurarnos a conocer Atenas de noche

Después de acomodarnos en el apartamento decidimos pasear hasta llegar a la zona turística de Monastiraki. En Google Maps marcaba 20 minutos, pero no advertía que siendo de noche no era la mejor opción yendo con dos carritos de bebé. Calles poco iluminadas, aceras difíciles de transitar (desaparecían, eran estrechas, gente tirada…), transeúntes con mal aspecto, pobreza y Google Maps sin funcionar bien por falta de cobertura 3G… Incluso una moto nos paró y nos dijo que no abandonáramos la avenida principal, que esas calles eran peligrosas.

¡Gran error! Debimos coger el metro junto al alojamiento desde el principio y dejarnos las investigaciones. El metro es completamente accesible con carritos. Tiene ascensores y todo se encuentra bien indicado. Es un servicio bastante nuevo y lo tienen cuidado. Además por 9€ puedes comprar una tarjeta individual para 5 días, un precio muy económico para moverte en metro durante tu estancia (el billete cuesta 1,40€ y puedes comprar un bono de 24 horas).

• Dejarnos guiar por Google Maps y las señales de la ciudad

A pesar de tener roaming en toda la U.E., en Atenas de poco sirve ya que internet va fatal y se perdía continuamente la señal. Por lo que Google Maps andaba un poco loco. Una opción alternativa para no perderte si no tienes conexión es usar la aplicación maps.me descargando el mapa de Grecia.

No puedes intentar orientarte con las señales que encuentras por las calles ya que son prácticamente inexistentes y si encuentras alguna está en cirílico, no esperes encontrar algo en inglés.

• La Acrópolis, la Ágora griega… realmente todas las atracciones turísticas de Atenas no son aptas con carrito de bebé

Las ruinas, las piedras, las cuestas, las escaleras, los caminos de tierra… no son un buen compañero de viaje de los carritos de bebé. Al visitar la Acrópolis hay que dejar los carritos en el hotel, ya que no tienen consignas. Además si te pudieran guardar el carrito en alguna de las entradas, te obligaría a tener que retroceder lo andado o dejar de ver alguna parte del recinto para salir por la misma puerta de acceso.

En las normas ya te indican que no puedes acceder con carrito de bebé

Si tu bebé todavía no anda o se cansa mucho andando tendrás que llevar una mochila portabebés. Nuestra favorita y la que siempre usamos en nuestros viajes es la Ergobaby, pincha aquí y descúbrela.

Atenas y sus ruinas no son un buen compañero de viaje de los carritos de bebé y menos todavía yendo con dos…

Y si los padres tenemos estas limitaciones no quiero saber las que tendrán las personas de movilidad reducida, porque ya no es solo para ver las ruinas, sino también para pasear por la ciudad. ¿Tan exagerado es? ¡si! por ejemplo vas paseando por la plaza de Síntagma y cruzas hacia el Parlamento, tienes rampa en la acera para bajar pero llegas a una mediana en medio de la carretera donde tienes que esperar a que se ponga el semáforo y no tienes rampa ni para subir ni para bajar…

• Subir a la Colina Licabeto

Es la colina más alta de la ciudad y la más visitada para disfrutar del atardecer. Se puede ascender en un funicular, pero nadie te dice que para llegar al funicular tendrás que subir cuestas y escaleras, no es muy buena idea con niños pequeños y menos con dos carritos mientras duermen…

En la plaza de Síntagma comenzamos nuestro recorrido hacia uno de los atardeceres más bonitos de Atenas, comenzamos a subir calles empinadas hasta que nos encontramos con escaleras, las intentamos esquivar subiendo más cuestas por la carretera que ascendían los coches. Con el Google Maps perdiendo la señal y nosotros perdiendo la fe de que realmente existiera ese funicular… Finalmente no tuvimos más remedio que subir unas largas escaleras, primero subíamos un carro, luego el otro… y nuestros hijos sin despertarse, tienen el don de dormirse en los momentos más duros. Al final de las escaleras por fin el funicular.

Pagamos 7€ cada uno por ida y vuelta (a partir de 3 años los niños también pagan 4€, nosotros nos hicimos los locos para no pagar por la niña). Es un funicular sin vistas, ya que va por el interior de la montaña y es un trayecto corto. Al llegar arriba todavía nos quedaban más escaleras por subir, menos mal que nuestra hija mayor ya se despertó, subió andando y plegamos su carro.

¿Sabes qué viajamos con la pockit de GB? Una silla de paseo super plegable y ligera, pincha aquí para descubrirla.

La Colina Licabeto es la más accesible por tener funicular, por lo que no quisimos intentar subir a ninguna de las otras dos colinas de Atenas: Filopappou Hill y Strefi Hill, a las que solo se puede acceder andando.

• Visitar El Pireo

Nosotros llegamos en tren a El Pireo pensando que justo nos dejaría en la zona más conocida e interesante para comer. ¡Error! El tren entra en una zona industrial con edificios abandonados dando la impresión que la zona carece de interés, al salir de la estación te topas con los ferries que te llevan a las islas.

Pero para llegar al centro el trayecto no es corto, encima con cuestas y sin indicaciones. Nos pusimos a andar y andar sin llegar a ninguna zona interesante para comer; subidas, bajadas, calles sin aceras, empezando a llover… una completa agonía y más si llevas dos carritos de bebé (de nuevo los dos dormidos). Al final encontramos la luz al final del túnel y comimos en un restaurante típico griego, Barbadimos, nos encantó y tuvimos la suerte de volver a encontrarlo por casualidad paseando por Plaka. Te contamos más sobre este restaurante en ¿Dónde comer en Atenas?

¡Nuestro consejo! Orientarte en El Pireo es complicado y más si no tienes buena cobertura y no te funciona el Google Maps, por lo que no dudes en subirte en un bus y dejarte llevar. También hay que decir que no tiene mucho para ver.

Hasta aquí nuestros 7 errores viajando a Atenas con bebés o niños pequeños.

¿Por qué decidimos visitar Atenas como primer destino europeo de nuestro segundo bebé con dos meses?

Simplemente porque podíamos viajar unos días en el mes de enero y buscábamos un país con temperaturas suaves, similares a las de Alicante que es donde vivimos, temperaturas mediterráneas. No queríamos arriesgarnos a pillar ningún temporal de nieve como nos ocurrió en Bélgica en diciembre del 2017.

Pero… ¿Realmente nos gustó la ciudad de Atenas?

Es una ciudad Europea que nos ha decepcionado mucho, la Acrópolis es increíble, pero no tiene mucho más, pincha aquí para descubrir los 12 imprescindibles en Atenas con niños.

Al pasar 5 días en esta ciudad (que son muchos) acabamos cogiéndole cariño a medida que íbamos descubriendo nuevos rincones, pero ha sido la ciudad más difícil para ir con carritos de bebé, ganando a Oporto y Lisboa.

Y si esta ciudad la comparas con Roma, no tiene nada que ver. Roma tiene muchísimo para ver y no te puedes cansar de descubrir nuevos sitios. Hay gente que dice que no es para niños, pero aquí te demostramos que si.

Atenas es una ciudad que la amas o la odias y nosotros amamos su gastronomía. 

Viajandoconchupetes

Somos Andrea y Jorge, unos papas viajeros que disfrutan conociendo nuevos lugares junto a sus peques. Pasamos el día a día conduciendo trenes y en cuanto nuestro trabajo nos lo permite nos escapamos a seguir haciendo kilómetros y recorrer mundo. ¡Nos encanta compartir nuestras aventuras y daros los mejores consejos!