Se acercan las fechas más señaladas del año, aquellas que los niños esperan con más ilusión. Andorra se convierte en un destino ideal para vivir unas navidades blancas diferentes. Las montañas nevadas otorgan el ambiente invernal y las ciudades se visten para la ocasión, con fantásticas y ensoñadoras luces y decoraciones. Para los amantes de los deportes de invierno, no faltan estaciones en las que esquiar, no obstante, hay planes para todos, incluidos los más pequeños
Aquellos qué se preguntan qué hacer en Andorra en Navidades, deben saber que su impresionante naturaleza, sus pueblos de piedra perfectamente conservados y toda una cultura por descubrir hacen que se convierta en un destino perfecto en cualquier época del año, aunque en navidad cuenta con un encanto especial.
Además de poder Esquiar en Navidad en algunas de las mejores estaciones de Europa, este país conjuga a la perfección la tradición europea inherente de ambos lados de los Pirineos para conceder al viajero y a sus hijos una experiencia única.
1. Visitar El Poblet de Nadal
El Poblet de Nadal o La Aldea de la Navidad es una feria navideña con productos artesanos en la que los turistas pueden disfrutar de una gran propuesta gastronómica. Durante los fines de semana, además, se puede disfrutar de música navideña en directo que harán las delicias de los jóvenes músicos.
Las calles y plazas principales de la ciudad se adornan al más puro estilo navideño para disfrute de pequeños y mayores. Además, se organizan un buen número de actividades y espectáculos en las calles, desde los clásicos coros cantando villancicos hasta un tobogán gigante para lanzarse en un trineo a toda velocidad. Tampoco falta una pista de hielo para los amantes de los patines y muchos juegos dirigidos a los mas pequeños.
Así mismo, no hay que dejar de visitar la oficina de correos abierta expresamente para recoger las cartas a Papá Noel y a los Reyes Magos.
2. Esquiar
No son pocos los que acuden a Andorra atraído por la práctica del esquí y otros deportes de invierno. En Andorra hay tres opciones, Grandvalira, Vallnord Pal-Arinsal y Ordino-Arcalís, que se pueden encontrar en Estiber, la web de referencia para buscar estaciones de esquí y hacer reservas.
Grandvalira es la estación más grande del Pirineo y en ella se pueden disfrutar de 210 kilómetros de pistas abiertas. Cubre 7 sectores se puede acceder a ella por los puntos de entrada en Canillo y entre los pueblos de Encamp y Pas de la Casa. Lo más recomendable es consultar la web de estiber.com para ver las opciones de forfait disponibles, alojamiento, y así reservar con antelación.
3. Disfrutar de la llegada de Papá Noel
En varios puntos de Andorra, entre el día 22 y el día 24 de diciembre se tendrá la suerte de ver a Papá Noel llegando desde el Polo Norte. También se podrá ir a visitarlo en la ‘Borda del Pare Noel’ en el bosque de la Coma de Ransol, donde un elfo guía sus visitantes hasta su cabaña rodeados de un ambiente cálido y acogedor. Una vez allí, se le puede entregar la carta y hablar con él, mientras se degusta una merienda elaborada por los propios elfos. ¿Hay algo mejor para los más pequeños?
4. Adentrarse en los paisajes de alta montaña más bellos de Europa
Si por algo destaca Andorra en cualquier época del año es por sus paisajes naturales de alta montaña: valles, collados y cumbres completamente nevadas durante el invierno, y casi en cualquier época del año. Los amantes de la fotografía encuentran aquí un filón de paisajes que dejar inmortalizados con sus objetivos. Pic de Casamanya, la Coll d´Ordino, Arcalis o los bosques de la Rabassa son algunos de los lugares más impresionantes, tanto con cámara como sin ella.
5. Hacer una ruta de iglesias románicas
La peculiaridad del románico de los Pirineos atrae a muchos turistas a visitar este país pirenaico. Son muchas las iglesias imprescindibles, como Sant Joan de Caselles, Sant Miguel d´Engolasters, Sant Serní, Sant Climent de Pal, Sant Martí de la Cortinada o Sant Vicenç d´Enclar. Sin embargo, de entre ellas destaca Santa Coloma, con su campanario circular y sus vanos lombardos.
A todas ellas se puede llegar en coche y hay rutas poco concurridas, como Nagol o Canòlich, en las que también se disfruta de los bosques y los secaderos de tabaco caracterizados por su extrema sencillez. El único inconveniente es que en la mayoría de las ocasiones se encuentran cerradas, por lo que solo se podrá disfrutar del exterior. No obstante, los turistas se pueden informar en la Oficina de Turismo que disponen de datos más exactos de cuándo se encuentran abiertas al público.
Como se ha podido ver a lo largo de este artículo, sobran motivos para visitar Andorra en diciembre y disfrutar de unas navidades blancas completamente alternativas para los más pequeñines de la casa.
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